Vemos en muchas películas largos baños de espuma relajante en bañeras de pie, y siempre pensamos que ese es un lujo al alcance de unos pocos. Sin duda, para poder colocar en nuestro baño una bañera de este tipo es necesario que tengamos bastante espacio.
Las bañeras empotradas se ajustan a cualquier sitio, pero las bañeras de pie necesitan un poco más de espacio, sobre todo si quieres sacarle el máximo provecho. Lo ideal sería poder colocarla en el centro del baño, aunque hay otras opciones y no tienen por que ser difíciles de acoplar.
Las bañeras de pie evocan otras épocas y suelen tener acabados muy vintage, sobre todo en lo que a las patas se refiere. Aunque las modas se van renovando y las grandes firmas apuestan por diseños muy innovadores aunque inspirados en un estilo retro.
Las bañeras se adaptan a las comodidades y necesidades de los usuarios y ya no son tan sencillas como las de antaño. Muchas cuentan con baño de burbujas y terapias de masaje incorporadas en su diseño.
Otro punto que suele tener mucha fuerza en este tipo de saneamientos son los grifos y acoples. Me gustan mucho los que tienen una apariencia antigua, clásicos, con los mandos de agua fría y caliente a cada lado de la salida de agua. Pero, también, aquí el diseño se abre paso y podemos encontrar verdaderas obras de artes e incluso grifos que no lo parecen.
El arte de un buen baño pasa por cuidar todos los detalles y conseguir la máxima relajación, pero no olvides que lo ideal es que tengas en casa las dos opciones.
Por un lado, una buena ducha para esos momentos en que lo importante es la rapidez y la higiene y, por otro, una bañera para aquellas ocasiones en que lo que buscamos es un baño relajante y calmante.
Fuente Imágen Acryline