A muchos nos gustaría tener una casa de 200 metros y conseguir un espacio adecuado para todas nuestras necesidades, pero si no tenemos la suerte de contar con tanto espacio tampoco debemos conformarnos.
A veces no se trata solo del espacio, sino de la imaginación y la creatividad que tengamos.
Yo, por ejemplo, siempre he querido tener mi propio despacho en casa o un sitio al menos donde poderme sentar a archivar mis cosas, a trabajar un poco, escribir, leer o revisar mis facturas y mis cuentas.
Para ello he encontrado algunas alternativas que me han gustado bastante.
Lo primero ha sido encontrar un sitio especialmente destinado a ello en el mismo salón de mi casa, en concreto, en una de las paredes que está detrás de la mesa del salón pero con espacio suficiente entre medio.
Voy a colocar un par de caballetes que pintaré de blanco y una hoja de cristal para colocar encima, de este modo tendrá mi propia mesa. Para la silla creo que elegiré una con acabados en blanco o, probablemente, un butacón no demasiado grande pero sí que quede diferente a todo lo que tengo en el salón.
A cada lado de la mesa de cristal voy a poner dos estanterías individuales de pie y bastante altas casi hasta el techo, pegadas a la pared ytambién blancas. En ellas podrá archivar y colocar todos los papeles que necesite tener a mano, algunos libros y detalles decorativos muy personales que le den un toque de orginalidad.
Para la iluminación voy a colocar un par de pequeños focos que salgan de las estanterías sobre la mesa, así podré tener más o menos iluminación en función del momento.
Y para que acabe de destacar y quedar como un apartado mío y distinto al salón, pienso buscar un papel de pared sobre la que colocaré todo el conjunto.
Creo que va a quedar magnífico sobre todo después de poner un jarrón de flores frescas.
Fuente Imagen Flickr.