La Navidad tiene este año el color del invierno de las praderas escandinavas, de la estepa siberiana, de la glacial Alaska; un blanco inmaculado y helado, sin olvidar que el tradicional rojo aún es un tono que llena de intensidad cualquier habitación y uno de los favoritos de la ornamentación de la época.
En 2011, también se incorporan los adornos rosas y morados, colores estrella en textiles y pinturas, y el verde intenso del musgo, si se prefiere crear una atmósfera más rural para recibir a Santa Claus o los Reyes Magos en una casa en la que los regalos lucen entre flores escarchadas, como si fueran joyas transformadas en obsequios.
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