Ibérica, en Londres - Blogtotpint

La gastronomía española goza de una excelente salud, tanto dentro como fuera de sus fronteras. Buena muestra de ello es la labor diaria de empresarios, cocineros y restauradores españoles que con su cocina como bandera, abren nuevos mercados y crean oportunidades en el extranjero.

Ibércia Food&Culture es una de estas empresas pioneras que en sólo 3 años ha conseguido implantar una nueva visión de la cocina española y su riqueza gastronómica en Londres.

Ibérica cuenta en este momento con dos restaurantes en la capital británica, Ibérica Marylebone e Ibérica Canary Warf, con vocación de ser no sólo un foco gastronómico, sino también un punto de encuentro social y cultural español.

La propuesta culinaria de Nacho Manzano (chef asturiano con 2 estrellas Michelin), se inspira en la cocina popular española, con un formato de tapas y pequeñas raciones y una especial atención a los productos bandera de la cocina española como son el aceite, el jamón o los quesos.

La carta se concibe como un paseo por toda la cocina nacional, con información detallada sobre los productos y con un esmero especial en la puesta en escena del plato y el servicio en mesa.

El diseño del menú, concebidos a base de tapas, raciones y platos para compartir, permite un servicio ágil y una cocina continuada que se adapta a la perfección al incansable ritmo de la capital británica. En ambos restaurantes además se pueden adquirir productos españoles de primera calidad como vinos, quesos, aceites y conservas expuestos en un espacio gourmet en el que se realizan periódicamente catas y degustaciones de productos.

Un acercamiento completo a la cocina española que ha tenido una magnífica acogida entre la clientela londinense desde que Ibérica abrió su primer restaurante en 2009. Gracias a la buena labor del Chef Ejecutivo de Ibérica, Nacho Manzano y su Director, el empresario de origen gallego Marcos Fernández Pardo consiguieron el Premio Memorial de Gastronomía “Marqués de Busianos” correspondiente a 2011, otorgado por la Real Academia de Gastronomía y la Cofradía de la Buena Mesa.