Por hoy terminaré exaltando la creatividad de las esculturas de Dré Wapernaar.
Materiales naturales, madera unida con tornillos y tuercas, con formas curvas que asemejan un laberinto.
Para mi, no es un laberinto agobiante, sino más bien un camino a seguir suave y sencillo, parecido al que podemos encontrar en algunas de las catedrales más famosas de Europa.
Esta claro que no es una escultura que podamos poner sobre la balda de un mueble, sin embargo pudiera perfectamente ocupar un espacio en un gran jardín, un museo, la misma calle o cualquier sitio público.
Fuente: drewapenaar
Mury, un beso
Mury, un beso