Muchas veces cuando estás pintado y no has calculado correctamente la cantidad de material que utilizarás para acabar el trabajo… es posible que comiences a hacerte ésta misma pregunta.
Foto: Tulane Publications
Cuando pintas las paredes con pintura al agua, látex, o cualquier pintura plástica no es conveniente que intentes “estirar” el material porque puedes obtener malos resultados. Si presionas más el rodillo y lo cargas menos con pintura tal vez no cubra como debe. Y hasta es posible que necesites aún más pintura para aplicar una mano extra porque el color no ha cubierto adecuadamente.
De la misma forma no es recomendable que agregues demasiada agua, solo la suficiente para realizar un trabajo de la manera convencional, procurando que las herramientas no goteen. Si le agregas más cantidad de agua disminuirás el poder cubritivo de la pintura, cubriendo por supuesto mayor cantidad de pared pero sin lograr un buen acabado.
Por eso lo mejor es preparar bien la superficie, aplicando siempre una mano de fijador sellador o primer antes de las manos de pintura. Esta base hará que la pared reseca no absorba tanto material.
Si te queda poca pintura intenta acabar con una pared aplicándola de la forma indicada y compra para el resto, de esta forma evitamos que se aprecien cambios de color o de brillo en una misma pared.
Y lo que recomendamos siempre es calcular la cantidad de pintura midiendo la superficie, teniendo en cuenta la porosidad, ya que en paredes rugosas, con gotelé o pintura al temple la pintura puede rendir mucho menos que en una pared convencional.
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