Las mermeladas y conservas de frutas caseras son reamente sencillas de preparar, y nos permiten seguir tomando frutas de verano cuando ya no están de temporada. Ciruelas, melocotones, albaricoques, higos, moras… ¡Prolonga estos sabores en tu mesa por más tiempo!
Muchas mermeladas comerciales tienen altos estándares de calidad y pureza, y realmente están riquísimas. Pero si no puedes resistirte al encanto de hacer tus propias mermeladas caseras, te animamos a probar con estos trucos y recetas…
Ingredientes y utensilios
Los ingredientes y utensilios necesarios para elaborar mermeladas y conservas no tienen ningún misterio: por un lado, fruta, azúcar y limón, y por otro lado una cazuela apropiada, una cuchara de madera y tarros de cristal con cierre hermético.
Higiene de los tarros
Los tarros deben estar perfectamente limpios, a ser posible hervidos durante 30 minutos en una olla, o mejor aún, lavados en el lavavajillas a temperatura máxima. SI llevan guardados un tiempo, aunque sea cerrados, no lo dudes y vuelve a higienizarlos de esta manera. En el momento de llenarlos, deben estar aún calientes.
Si vas a consumir la mermelada en pocos días, cualquier tarro de cristal común con su tapa servirá. Si esperas que duren mucho tiempo, mejor hacerse con tarros de cierre hermético: pueden ser de los de toda la vida, con goma y cierre metálico, o bien se pueden reciclar tarros con su tapa en buen estado. Ante la duda, mejor comprarlos nuevos.
Envasar al vacío en plan casero
Después de higienizar los tarros con las técnicas propuestas, se llenan con la mermelada hasta que falte un dedo para rebosar y se cierra la tapa lo más fuerte posible. Se ponen boca abajo 24 horas y ya están listos para ser etiquetados y guardados. SI todo ha salido bien, duran hasta dos años así, pero una vez abiertos deben conservarse en el frigorífico.
Cómo se elaboran las mermeladas
La fruta para hacer mermelada debe estar en su justo punto, nunca demasiado madura, sin golpes ni abolladuras. Es importante que todas las piezas estén en el mismo punto de madurez. La proporción es la misma cantidad de azúcar que de fruta (deshuesada y sin piel), salvo frutas muy dulces o muy ácidas, en cuyo caso se modifica la cantidad de azúcar. Se suele añadir siempre un poco de zumo de limón sobre la fruta cruda puesta a macerar con el azúcar para que no se oxide (una cucharada) y de nuevo durante la cocción (otra cucharada); el limón actúa como conservante natural y permite que la mermelada dure más tiempo.
- Mermelada de higos
1 kg de higos sin piel, 750 g de azúcar ( o hallar la proporción). Mezclar bien los higos (no demasiado maduros) y el azúcar y dejar macerar unas 10 horas. Poner a cocer y dar vueltas sin parar con una cuchara nueva de madera. Se cuece por espacio de media hora y se comprueba el punto: si al tomar un poco de la mezcla con los dedos, estos se pegan y aparecen hebras a las que cuesta despegarse, la mermelada está ya lista.
Cómo se elaboran las conservas de fruta
Los ingredientes son los mismos, pero para hacer el almíbar se mezcla el azúcar con agua. Una vez que ha hervido, se vierte el almíbar ligero sobre un tarro en el que se ha puesto la fruta cortada, a ser posible por la mitad (melocotones, peras…).
- Melocotones en almíbar
1 kg de melocotones, 750 g de azúcar y 1 l de agua. Poner a hervir agua y azúcar y añadir a las mitades de melocotones sin hueso en el tarro. Cerrar y esterilizar al baño María 35 minutos. Dejar enfriar en el agua.
Fotografías: Home home home, Wedding at a teacup, Dotcomgifshop
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Enlace: Elaborar mermeladas y conservas con los sabores del verano