Si te has decidido a lacar las puertas de tu casa para ofrecerles un mejor aspecto, deberás seguir una serie de indicaciones para que el resultado sea el esperado. No te preocupes si nunca lo has hecho y no sabes mucho acerca de carpintería, porque con unos cuantos pasos, lograrás que tus puertas tengan un lacado perfecto.
Antes de comenzar, como todo buen carpintero, deberás tener a mano tu maletín de herramientas. Si no lo tienes aún, te aconsejamos que adquieras uno sencillo en el que vengan incorporados los utensilios más comunes. Por otro lado, para esta tarea, deberás reunir una serie de herramientas y productos imprescindibles, tales como: una lijadora, un paño, laca para puertas y una brocha plana.
Prepara la puerta
Una vez tengas todos los utensilios necesarios para empezar la labor de carpintería, comienza retirando la manillas y las bisagras de la puerta. En cuanto a los cantos de las puertas, deberás cubrirlos con cinta de carretero. A continuación, lija la superficie de la puerta con el fin de eliminar los restos de pintura o barnices anteriores. Ve pasando un paño seco por encima para que puedas ver bien como va quedando la madera y evitar lijar demasiado la zona.
Cuando hayas lijado bien la puerta, asegúrate de limpiarla en condiciones. Para ello, pasa un trapo humedecido en alcohol. Una vez hecho esto, da una mano de pintura multiuso al agua que sea de secado rápido.
El siguiente paso será el de aplicar el esmalte. Para las molduras de la puerta, es mejor que utilices la brocha y para el resto, el rodillo. Puedes darle más de una capa, pero para ello, deberás esperar un tiempo prudencial entre una y otra. Para finalizar, cuando esté bien seca, coloca de nuevo la manilla y las bisagras en la puerta. ¡Ya tienes tu puerta perfectamente lacada! Ahora la decoración de la estancia habrá mejorado considerablemente, ¿te atreves con otra puerta?
Fuente de la imagen: Debs (ò‿ó)♪