Dos colores que han entrado en el mundo de la decoración con el único objetivo de quedarse, han sido el negro y el gris, que han actuado como estandartes de los estilos modernos que se implantaron en estos años, como el minimalista. Veamos algunas de formas de aplicar estos colores.
Aquí en la portada, colocamos dos de las formas más clásicas de hacerlo; la primera, no es más que una obra de arte abstracto, que a pesar de que para muchos dicen muy poca cosa, quienes saben apreciar esta corriente artística, encuentran en estas pinturas, mensajes y expresiones mucho más profundas e interesantes. La segunda, está relacionada con los adornos menores, vasijas, minerales, piedras semi preciosas, mármoles, pequeñas esculturas o lo que se imagine.
A pesar de que las personas crean de que puede quedar muy apagado, se olvidan que agregando el blanco, aunque sobre todo el gris plateado (que otorga brillo y luminosidad), las atmósferas cambian rápidamente, logrando rincones realmente fascinantes.
Los ambientes más llamativos, se logran cuando jugamos con los colores de las tormentas, pasando del gris más claro, hasta grises oscuros, con tintes azulados, todo en un conjunto armonioso, que al igual que en la previa de las tormentas marinas, genera una sensación de extraña calma.
Aunque, si tiene miedo al cambio, comienzo por cosas mucho más fáciles y pasajeras, como puede ser una pila de libros, con tapas en negro o gris, que ya por si solos, brindan una apariencia moderna y permiten mostrar, su gusto por la lectura, a quien viene de visita.
