Las vacaciones, y especialmente muchas de las actividades que realizamos durante el verano, exigen disponer de un botiquín de primeros auxilios preparado para diferentes eventualidades. No dejes que picaduras de medusas, quemaduras solares e insolaciones o un resfriado veraniego causado por los aires acondicionados te arruine a ti o a tu famillia los días de descanso…
Pasar unos días fuera de casa en verano debería ser siempre una experiencia agradable. Pero ser precavido siempre es un plus. Documentación para posible asistencia médica y un botiquín básico con lo que puedes necesitar en un momento dado para ti o tus hijos son elementos básicos del viajero cauto.
Documentación sanitaria
Si viajas en familia, es importante que lleves la documentación necesaria para una posible asistencia médica de emergencia: tarjeta sanitaria, tarjeta europea si viajas a algún país dentro de la Unión Europea, seguro privado de asistencia en viaje o tu seguro privado de salud habitual. Puede ser necesario que eches mano de alguno de sus servicios en el momento más inesperado…
Además, conviene que te cerciores de todos los imponderables de salud que cubre tu seguro del hogar. Los más completos incluyen asistencia de urgencia para toda la familia en los desplazamientos al extranjero.
Picaduras de mosquitos o avispas
Como precaución, conviene llevar algún sistema que ahuyente a los mosquitos, bien sea un spray, un difusor eléctrico o una pulsera con citronella. Pero no olvides tampoco algún producto adecuado para limitar el malestar que produce su picadura, casi siempre a base de amoniaco. Los venden en farmacias y hay muchos sistemas de aplicación (cremas, barritas similares a los labiales, bolígrafos con botón, etc.). También los hay específicos para las picaduras de avispa.
Exposición solar
No son exactamente un elemento cosmético, aunque a menudo se cataloguen así. Si te vas a exponer al sol del verano en la playa o en la montaña, sin duda necesitas echar varios envases a la maleta. Las nuevas recomendaciones indican que no se debe bajar nunca de un factor 6, pero lo cierto es que las pieles más blancas necesitan a partir de un 25 en los primeros días de exposición solar y un 50 para los niños. Se aplica al menos media hora antes de ir a la playa y se repite la aplicación cada poco tiempo. Algunas cremas solares llevan incorporados componentes que ahuyentan a las medusas. Si te quemaste con el sol, pero no es grave, aplica una buena crema hidratante (no Nivea en verano; su fórmula, según los médicos, es ideal para el invierno, pero en verano, combinarla con sol puede dejar manchas permanentes en la piel).
Analgésicos y antiácidos
Un dolor de cabeza imprevisto, dolor de garganta, décimas de fiebre, dientes que empiezan a despuntar en los bebés… Llevar paracetamol o ibuprofeno tanto para mayores, como en jarabe para niños, es una buena medida para que alguno de estos imprevistos se solucione rápidamente. Los mismo vale para los antiácidos (el más común, el Almax) para los adultos: solución perfecta en caso de indigestión.
Tiritas y apósitos adhesivos
Una rozadura en un pie causada por unos zapatos puede arruinarnos unos días de vacaciones. Con unas simples tiritas que lleves siempre a mano puedes solucionar el problema sin consecuencias.
Gel desinfectante para manos
Es un producto que ha pasado de ser usado sólo entre profesionales sanitarios a ser un remedio ideal para lavarse las manos en situaciones en las que agua y jabón no están a mano. Especialmente si viajas con niños, llevar siempre contigo un gel desinfectante para manos es una medida muy adecuada. Excursiones con picnic, aperitivos y golosinas después de retozar en el parque… Son simples ejemplos de situaciones en las que te vendrá bien el invento.
Fotografías: Stock xchng
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