Con el calor del verano, mucha gente opta por instalar una piscina en casa. Y en muchas ocasiones, es portátil porque no hay sitio para hacer una de construcción. O porque es una opción mucho más cómoda a la hora de mantenerla y tener más espacio cuando pase esta época del año.
Aunque sea de quita y pon, también tiene un mantenimiento que seguir para ahorrar agua y contaminar poco. Así que antes de decidirte por una, infórmate sobre los cuidados que requiere. A lo mejor te compensa más sacarte el abono de la piscina municipal.
Lo primero, al montarla, es tener cuidado de que debajo no haya nada. Lo mejor es una superficie lisa. Y ten en cuenta que cuando se llene, no se puede mover, así que escoge bien el sitio. Una vez que esté montada y limpia, llénala hasta la indicación del fabricante y añade cloro y antialgas. Lo ideal sería tener una depuradora de circuito cerrado para que el agua se limpie periódicamente. Pero a veces, no merece la pena porque es de tamaño pequeño. Así que tienes que extremar las precauciones para que no se ensucie el agua y no tengas que vaciarla.
Lávate siempre los pies antes de entrar y quita los bichitos y las hojas que puedan caer. Y vigila siempre los niveles de cloro y el ph para que el agua esté cristalina y a punto, siempre. Si la cuidas bien, no tendrás que vaciar la piscina en todo el verano. ¿Sabes cuántos litros de agua habrás ahorrado?