A pesar de que en el mercado existen varias opciones para perfumar nuestros hogares, también puedes recurrir a trucos de toda la vida que hacen que tu casa huela de una manera especial.
Algunas hierbas, bien seleccionadas y colocadas en puntos estratégicos, conseguirán que nuestra casa emane un olor único y personal que nos caracterizará.
Durante los meses de verano, tener varias plantas de albahaca distribuidas por la casa nos harán disfrutar de un agradable aroma. Además, conseguiremos repeler los insectos como moscas y mosquitos.
Tener un ramo de flores naturales en casa también proporcionará un buen olor. Una vez comprobamos que las flores se están marchitando, podemos proceder a su secado. Cuando estén secas, introduciremos los pétalos en un frasco en el que añadiremos un aceite perfumado y un producto fijador para que resulte un aroma asombroso y embriagador.
Una excursión al campo nos puede servir de excusa perfecta para hacer acopio de ramas y hojas, que bien colocadas emanarán un olor fantástico. Recoge hojas de eucalipto, lavanda, romero, cedro, pino, enebro… aunque te parezca que son olores contradictorios, juntos resultan una mezcla explosiva.
Lava estas hojas con cuidado para eliminar el polvo y los bichitos que puedan tener. Una vez secas, es conveniente ponerlas en un plato de cerámica. También te puede servir un bonito cesto de mimbre que hayas forrado con una tela especial. Intenta disponer las hojas de una manera graciosa y deja que actúen poco a poco.
También puedes hacer velas aromáticas. Aunque es más fácil comprarlas, hacerlas no requiere mucho trabajo y, simplemente añadiendo aceites aromáticos en el proceso, conseguirás una vela realizada por ti misma y con el olor que exactamente deseas.
Si te decides a hacer alguno de estos ambientadores, asegúrate de tomar nota de las hojas que mezclas. Así, si resulta un olor que te encanta, no tendrás problema al repetirlo una y otra vez.
Vía: e_calamar