El uso de las telas en decoración es un solución más económica que invertir en muebles nuevos y da un resultado muy vistoso, pero a menudo asusta el no saber cómo combinarlas. Mezclar estampados, texturas y tonos es más fácil de lo que crees, tan sólo necesitas un poco de imaginación y atrevimiento.
En decoración, combinar y mezclar telas es todo un arte que puede estar al alcance de cualquiera. Debemos perder el miedo a mezclar ya que una acertada combinación puede quedar espectacular y ofrecer un aspecto totalmente nuevo a una habitación.
Lo primero es tener claro qué queremos cambiar y por qué estilo nos decantamos: rústico, barroco, minimalista, oriental… teniendo en cuenta lo que nos rodea para que no desentone. Por ejemplo, si quieremos poner cortinas nuevas y la casa es de estilo rústico, unas cortinas en raso no van a quedar bien.
Cada estilo tiene unos tejidos que encajan mejor: el oriental, las sedas, algodones y terciopelos; el rústico, los linos, algodones y panas; el barroco, sedas, terciopelos y brocados…
Un vez definida la línea, es hora de escoger y mezclar. Los tejidos a cuadros tipo escocés y madrás van geniales con las rayas y lisos. Por ejemplo, un sofá a cuadros se puede complementar con cojines de distintos tamaños y formas en rayas y lisos de los mismos tonos y cortinas en liso con una greca de cuadros.
El tejido dominante, los cuadros del sofá, se puede usar como guía para que marque los tonos del resto de telas y aplicar en pequeñas dosis como grecas o el tapizado de unas sillas y aportarle dinamismo con telas en liso o rayas.
Una tela estampada en flores va muy bien con rayas y con cuadros vichy, teniendo en cuenta los tamaños del estampado. No es aconsejable mezclar estampados muy llamativos y grandes, uno grande con otro de motivo pequeño es más armónico.
¡Mezcla y experimenta!
Fuente de la imagen: Ayla87